Importancia del Desayuno
El desayuno es la comida más importante del día. Con un buen desayuno mejoraremos nuestra energía diaria y llevaremos un ritmo adecuado. El ritmo de vida de hoy no nos deja hacer las comidas adecuadas por falta de tiempo.
Los alimentos del desayuno aportan los nutrientes y la energía que el organismo requiere tan pronto se despierta. Los nutrientes están distribuidos de manera desigual en los alimentos, por lo que el desayuno debe ser variado.
No desayunar significa que comenzamos nuestro día con muy bajos niveles de azúcar, lo que posteriormente nos hará querer consumir una dosis de azúcar que probablemente nos haga más mal que bien. Del desayuno depende la memoria y la capacidad de aprender y de concentrarse. Esto ocurre porque en el cerebro, el equilibrio o desequilibrio de sustancias como la dopamina y la serotonina estimulan o adormecen nuestra capacidad de concentrarnos y de atender.
Quien no desayuna se como sus propios músculos
La consecuencia es la pérdida de tono muscular, y un cerebro que, en vez de ocuparse de sus funciones intelectuales, se pasa la mañana activando el sistema de emergencia para obtener combustible y alimento.
Al comenzar el día ayunando, se pone en marcha una estrategia de ahorro energético, por lo cual el metabolismo disminuye. El cerebro no sabe si el ayuno será por unas horas o por unos días, así que toma las medidas restrictivas más severas. Por eso, si la persona decide luego almorzar, la comida será aceptada como excedente, se desviará hacia el almacén de «grasa de reserva» y la persona engordará.
La falta de desayuno implica que te sientas cansado, fatigado, que falte energía. Si no tomas un buen desayuno es muy difícil que después, a lo largo del día, cubras tus necesidades nutricionales diarias.
Tan sólo necesitas 15 minutos para disfrutar de un buen desayuno y todos sus beneficios:
- Mejora el estado nutricional: Es decir, ayuda a mejorar el balance de energía y nutrientes (calcio, hierro, magnesio, vitaminas del grupo B ) que el cuerpo necesita durante el día, en particular de tus hijos, ya que están en pleno crecimiento y desarrollo.
- Aumenta el rendimiento físico: Si se realiza actividad física sin tomar desayuno se puede tener fatiga o un desmayo por falta de energía. Recuerda que el cuerpo necesita energía para poder moverse.
- Aumenta la concentración y la memoria: Un desayuno equilibrado aporta glucosa, el alimento del cerebro, por lo que mejora la memoria, la concentración y la creatividad.
- Da alegría y buen humor: El desayuno aumenta la glucosa (que está baja tras toda la noche de ayuno), lo que hace que el sistema nervioso funcione mejor, y esto se traduce en alegría y buen humor.
- Ayuda a controlar el peso: Desayunar ayuda a mantener el peso dentro de límites saludables en mayor medida que si se omite esta comida tan importante del día. Cuando desayunas no tienes tanta hambre a lo largo de la mañana y es más fácil que no picotees, lo que le ayuda a evitar que gane peso en exceso.
- Es un buen hábito: Si acostumbras a levantarte con tiempo suficiente para tomar un buen desayuno, y desayunas con tu familia, les transmites buenos hábitos, y esto es positivo para la salud y el bienestar de toda la familia.
Es la forma de comenzar el día practicando la dieta equilibrada, ya que con un buen desayuno consigues…
- Más hidratos de carbono… Que se transforman en glucosa, el «combustible» del organismo. Los alimentos ricos en hidratos de carbono ocupan la base de la Pirámide de la Alimentación Saludable: pan en todas sus versiones (normal, integral, tostado, de molde, con frutos secos…), cereales de desayuno y/o galletas.
- Más fibra… Si en el desayuno incluyes cereales, panes o galletas integrales, y fruta. Esto ayuda a no tener estreñimiento.
- Más vitaminas y minerales… Un desayuno variado y equilibrado es una fuente importante de numerosas vitaminas (B1, B2, B3, B5, B6, B12, ácido fólico, vitamina C, A, D) y minerales como calcio, fósforo, hierro y magnesio Estos nutrientes hacen que tus hijos tengan más energía y vitalidad.